En el primer día del encuentro, los formadores y formandos, con la orientación del P. Carlos, trabajaron el tema:” El espíritu guanelliano”. En clima de canonización de Don Guanella, reflexionamos sobre nuestra identidad, nuestra presencia en el mundo y el redescubrimiento de nuestra vocación en una sociedad que clama por señales, que necesita ver y tocar para creer. P. Carlos afirmo:” Todos esos puntos nos llevan a un único camino: la caridad, respuesta clara de la presencia de Dios en nuestro medio”.
En el segundo y tercer día, formandos y formadores trabajaron en grupos separados, con la orientación de la Hna. María Helena Morra, los formandos trataron el tema: “La Palabra de Dios y vocación profética en la experiencia de la vida religiosa en América Latina frente a los avances tecnológicos”. Un tema bien actual, que nos hace reflexionar sobre la vida consagrada en el mundo de hoy, como ser testimonios de Dios frente al avance de la tecnología y de la tentativa del hombre de ser mayor y el centro de la creación-innovación de las cosas.
Los formadores con la orientación de la Hna. Lucia Vailer reflexionaron sobre el tema: “Palabra y profecía con enfoque en la formación en América Latina”. La Hna. Lucia asoció su tema con los documentos de la CLAR, dirigió el encuentro a partir de experiencias prácticas y concretas que ocurren en las etapas formativas, hubo debates muy provechoso e intercambios de vivencias en las casa de formación.
Durante el encuentro podemos destacar, una excelente integración entre todos, con presentaciones, dinámicas, celebraciones, música, paseos en los lugares turísticos de Canela y Gramado (sierras del sur de Brasil) y no podemos dejar de destacar el buen dialogo en portuñol entre todos.
Finalmente agradecemos a los asesores del encuentro, a los provinciales, formadores y formandos que participaron del encuentro, pero en especial nuestro agradecimiento a las hermanas guanellianas por la excelente acogida y dedicación con todos durante los días del evento. Que Dios bendiga a todos.
Darlan Müller y Sebastián Aguilera.
Tirocinantes de la comunidad de Porto Alegre- Brasil